Dentro de menos de dos meses, los franceses votarán para saber quién será el nuevo presidente del país. Después de cinco anios de presidencia de Francois Hollande, que terminó su mandato con niveles récord de impopularidad, los resultados están muy inciertos. Mientras la extrema derecha espera recuperar tranquilamente los frutos de la bronca popular, la izquierda se está remodelando, creando nuevas expectativas.